
Foto tomada de: Cenet DataiFX
La transición energética en Colombia enfrenta un dilema crucial: avanzar hacia energías limpias sin perder los ingresos fiscales provenientes del petróleo y el gas. En un seminario organizado por ANIF y el CREE, expertos, empresarios y precandidatos presidenciales coincidieron en que el país debe balancear sostenibilidad con estabilidad fiscal.
José Ignacio López, presidente de ANIF, advirtió que los hidrocarburos siguen siendo la principal fuente de ingresos estatales, financiando programas sociales e inversión. Según señaló, una desconexión apresurada pondría en riesgo la estabilidad fiscal y aumentaría la vulnerabilidad económica del país.
Desde el CREE, Tomás González destacó que el 75% del tiempo de un proyecto de energías renovables se consume en trámites y licencias ambientales, lo que constituye el mayor obstáculo para expandir la matriz energética limpia. La simplificación regulatoria, dijo, es clave para garantizar seguridad energética.
Un debate entre sostenibilidad y estabilidad fiscal
El panel con Amylkar Acosta y Juan Ricardo Ortega resaltó la urgencia de una política energética integral que articule abastecimiento, descarbonización y desarrollo sostenible. También se mencionaron los retos sociales y ambientales de proyectos de exploración, fracking, hidroeléctricas y minería.
Los precandidatos presidenciales coincidieron en que la transición no puede sacrificar programas sociales ni la estabilidad fiscal, ya que las regalías petroleras representan alrededor del 8% del presupuesto nacional.
La excesiva tramitología fue señalada como el principal cuello de botella para la expansión de proyectos solares y eólicos. De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía, reducir la burocracia es vital para mantener la confianza inversionista y cumplir las metas de transición energética.
La reciente decisión de la Corte Constitucional de limitar hidroeléctricas en ciertas zonas añade complejidad al panorama, reforzando la necesidad de una planificación coordinada que contemple factores fiscales, sociales y ambientales.
El encuentro dejó claro que Colombia requiere un plan integral que asegure recursos fiscales mientras avanza en la diversificación energética. Alcanzar una transición ordenada permitirá garantizar sostenibilidad ambiental, estabilidad económica y competitividad global en la era post-petrolera.