Para líderes del sector, el país está desaprovechando su riqueza geográfica a causa de desafíos regulatorios que comprometen la seguridad energética en un contexto de aumento de la demanda y retrasos en la transición energética.

Durante el encuentro “Los Grandes Desafíos del Sector Eléctrico en Colombia”, organizado por Prisa Media, Alejandro Santos, director de Contenidos, advirtió que el sistema eléctrico colombiano enfrenta una situación crítica. A pesar de contar con abundantes recursos y una ubicación privilegiada, diversos expertos coincidieron en que no se han tomado decisiones estratégicas para evitar riesgos de desabastecimiento derivados de una falta de coordinación y gobernanza efectiva.

Santos subrayó que fenómenos internacionales, como la guerra en Ucrania, sumados a la dinámica de los mercados globales, han impactado la seguridad energética del país. A esto se suman los retos territoriales y sociales, incluyendo bloqueos y presencia de mafias en zonas apartadas, factores que dificultan la operación normal del sistema. En este escenario, garantizar la continuidad del servicio se convierte en un desafío que exige articular lo técnico, lo político y lo territorial.

Por su parte, Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen, explicó que el crecimiento del consumo proviene principalmente del transporte eléctrico y del desarrollo de infraestructura urbana, como el metro de Bogotá y la expansión de Medellín. Enfatizó que la transición energética exige más energía firme y reglas estables para atraer inversión privada. Indicó además que la energía solar y eólica representa apenas el 5 % del consumo actual, cuando debería acercarse al 75 %, señalando la urgencia de resolver los cuellos de botella.

Finalmente, Manuel Maiguashca, vicepresidente de Cerrito Capital, analizó las claves para asegurar un sistema energético competitivo y sostenible. A su juicio, el cambio climático es un asunto político y moral que obliga a gestionar de manera eficiente los abundantes recursos del país: sol, agua, gas y carbón. Sin embargo, afirmó que la regulación actual limita la capacidad de respuesta y que es necesario resolver los problemas financieros asociados a subsidios.

También advirtió que la oferta de energía debe fortalecerse para responder al aumento de la demanda, proveniente incluso de nuevos proyectos tecnológicos como los datacenters. Subrayó que Colombia requiere planificación, aprovechamiento pleno de sus recursos y una regulación coherente.

En conjunto, los expertos coincidieron en un punto común: Colombia sí tiene el potencial, los recursos y la ubicación estratégica, pero falta alineación institucional. Sin decisiones oportunas y una articulación eficiente entre regulación, territorio e inversión, el país corre el riesgo de desaprovechar una ventaja energética determinante para su desarrollo en los próximos años.