
Foto tomada de: Ministerio de Minas y Energía
Pese a los avances en cobertura y acceso al servicio, la pobreza energética en Colombia sigue siendo un desafío que afecta a millones de personas. El Informe del Sector Gas Natural 2025 advierte profundas desigualdades en la disponibilidad de energía limpia y asequible, lo que amenaza con ampliar las brechas sociales y económicas en la transición energética.
Uno de los hallazgos clave del informe es el uso del Índice Multidimensional de Pobreza Energética (IMPE), que evidencia marcadas diferencias entre regiones. Mientras algunas capitales muestran bajos niveles de carencia, departamentos como Guainía registran un 73,3 %, y zonas como Guaviare y Sucre superan el 50 %.
En contraste, áreas con infraestructura consolidada presentan indicadores cercanos al 5 % o 10 %, lo que refleja que buena parte de la ruralidad aún permanece sin acceso básico a servicios como el gas natural.
Pobreza energética y transición hacia energías limpias
A diferencia de países desarrollados donde la discusión gira en torno a sostenibilidad y emisiones, en Colombia el debate incluye garantizar crecimiento económico, seguridad energética y reducción de la pobreza.
El informe resalta que el gas natural juega un papel estratégico como fuente de seguridad y herramienta para mitigar la pobreza energética. Actualmente, el 67 % de la población cuenta con gas domiciliario, pero más de 200 municipios permanecen desconectados de la red.
La reducción sostenida de reservas probadas de gas —hoy en 5,9 años de abastecimiento— plantea un riesgo adicional para la cobertura. Sin nuevas fuentes de suministro, los avances alcanzados podrían estancarse o retroceder, afectando especialmente a las comunidades más vulnerables.
El documento concluye que la política pública debe equilibrar compromisos ambientales y necesidades sociales. Avanzar en una transición energética justa significa que los beneficios de la modernización lleguen a las regiones más rezagadas, evitando profundizar las brechas actuales.
El reto es claro: la transición energética en Colombia no puede dejar atrás a los millones de ciudadanos que aún viven en condiciones de pobreza energética. Asegurar un sistema sostenible y competitivo será clave para que el país logre una transformación verdaderamente inclusiva.