
Foto tomada de: La República
El Piedemonte llanero es la región energética más importante de Colombia. Aporta el 51% de la producción nacional de gas natural y el 56% del Gas Licuado de Petróleo (GLP), abasteciendo a más de 11 millones de hogares en el país.
Su historia comenzó en 1980 con el contrato de exploración en Santiago de las Atalayas, y en 1987 con el descubrimiento de Cusiana-1. Actualmente, la región concentra 11 campos clave como Cupiagua, Cusiana, Floreña y Gibraltar, que producen hasta 518 millones de pies cúbicos diarios (Mpcd).
El departamento de Casanare, donde se encuentra esta región, alberga 15 proyectos activos: seis en producción (cinco de Ecopetrol y uno en asociación con Parex) y nueve en fase de exploración.
Zonas de producción y capacidad operativa
- Cusiana: hasta 270 Mpcd
- Cupiagua: 210 Mpcd
- Gibraltar: 38 Mpcd
- Pauto Sur: 355.105 Mpcd (marzo 2025)
- Floreña: genera energía térmica, no se conecta a la red nacional
La suma de capacidades da un potencial de 518 Mpcd para la red nacional de gas.
El tipo de gas en esta región es condensado, con hasta 75% de etano, lo que permite su uso para recobro mejorado, generación térmica y como insumo para gasolina.
Sin embargo, la producción nacional ha caído. En 2015 era de 2.484 Mpcd y hoy se ubica en 1.293 Mpcd, según la ANH.
Ecopetrol busca contener la caída de producción con inversiones como la exploración del pozo Floreña N18. La empresa ha dividido la región en zonas norte, sur y Gibraltar para mejorar la gestión operativa.
También se proyecta el desarrollo de los pozos Odisea y Farallones, actualmente frenados por licencias ambientales y solicitudes de las comunidades locales.
El Piedemonte llanero es clave para la seguridad energética de Colombia. Con una participación dominante en la oferta de gas y GLP, su sostenimiento y expansión son esenciales para enfrentar el reto de la disminución nacional de reservas.