
Foto tomada de: Portafolio
En el marco de la 42ª Conferencia Energética Colombiana (Enercol), el senador José David Name calificó la propuesta del Gobierno de liquidar a Air-e como una “estafa”, advirtiendo que la medida podría agravar la crisis energética en la Costa Caribe.
Actualmente, la empresa de energía mantiene deudas superiores a $1,4 billones, con pasivos distribuidos entre térmicas, hidroeléctricas y compañías de transmisión. Para Name, esta es la tercera liquidación que se plantea en los últimos gobiernos, lo que demuestra un problema estructural del sector energético.
“La solución que le ven al problema energético de la Costa Caribe es liquidar a Air-e. Esto pasó en los gobiernos anteriores y ahora se repite. Esta medida se puede ver como una estafa”, enfatizó el parlamentario durante su intervención.
Riesgos de entregar Air-e a Gecelca
Name cuestionó que el Gobierno busque entregar Air-e a Gecelca, empresa estatal generadora de energía. Según el senador, esta decisión podría inducir a la quiebra a una compañía que hoy es rentable: “Si hacen eso, en un año Gecelca estará quebrada”.
Además, recalcó que zonas como La Guajira y parte del Magdalena presentan retos particulares y que el Gobierno debe garantizar subsidios permanentes para cubrir la prestación del servicio en esas regiones.
La propuesta de solución
Como alternativa, el senador planteó entregar la operación de la zona de Barranquilla y Santa Marta a empresas con experiencia como EPM o el GEB. En el caso de La Guajira, subrayó que el Estado debe asumir los costos de garantizar el servicio eléctrico debido a las condiciones sociales y económicas de la región.
“El Gobierno debe saber que allí va a perder plata todos los años, pero es necesario incluir recursos en el Presupuesto para dar energía a los colombianos que no tienen cómo pagar el servicio”, aseguró.
Desde el gremio, Carlos Arturo Cárdenas, presidente nacional de ACIEM, también advirtió que no se debe trasladar este problema a otra empresa que hoy es rentable, sino buscar soluciones estructurales de fondo.
Actualmente, la deuda de Air-e se distribuye en $900.000 millones a las térmicas, $300.000 millones a las hidroeléctricas y $200.000 millones a las empresas de transmisión.
El futuro de Air-e sigue siendo incierto, y mientras se define su destino, la discusión sobre cómo garantizar la seguridad energética de la Costa Caribe se mantiene como uno de los principales desafíos del sector en Colombia.