Foto tomada de: Portafolio
Hogares de ciudades con climas similares a la Costa consumen hasta un 52% menos energía eléctrica
Sector: Energía eléctrica
Un análisis de la Superservicios evidencia que el alto consumo energético del Caribe no responde únicamente al clima, sino a fallas estructurales del sistema.
La demanda de energía eléctrica en Colombia continúa creciendo en un contexto de oferta ajustada. Según cifras del operador del mercado XM, en octubre el consumo nacional alcanzó los 7.197,09 GWh, lo que representa un aumento del 2,44% frente al mismo mes de 2024.
Entre las regiones, el Caribe lideró el consumo con 2.015,64 GWh, seguido por la región Central y la Oriental. Sin embargo, al analizar ciudades con climas similares, los datos revelan una brecha significativa en el consumo por usuario.
Información de la Superintendencia de Servicios Públicos muestra que mientras un usuario de estrato 1 en Barranquilla, Santa Marta y La Guajira consumió en promedio 196,2 kWh en octubre, en Barrancabermeja el consumo fue de 162 kWh, en Honda de 109 kWh y en Buenaventura apenas de 82,7 kWh, es decir, hasta un 52% menos.
En estratos 2 y 3 la tendencia se mantiene. En algunas comparaciones, los hogares del Caribe presentan consumos hasta 58% superiores frente a ciudades con condiciones climáticas similares, lo que cuestiona la idea de que el calor sea el único factor determinante.
¿Qué explica esta brecha?
Para Alejandro Piñeros, subdirector de Regulación y Mercado en Óptima Consultores, el incremento del consumo en la Costa está asociado a una mayor demanda de confort térmico, especialmente por el uso de aires acondicionados, lo que ha incrementado la presión sobre los sistemas de distribución.
A esto se suman problemas estructurales como pérdidas técnicas y no técnicas, conexiones ilegales y una baja eficiencia en el uso de la energía, incentivada en parte por un esquema de subsidios mal focalizado.
Además, las dificultades financieras de empresas como Air-e han impactado el componente de distribución y generación en la tarifa, presionando los precios al alza para los usuarios de la región Caribe.
Un efecto dominó sobre el sistema eléctrico
Según Asocodis, a noviembre de 2025 la deuda del Gobierno y entidades territoriales con los comercializadores de energía asciende a $6,1 billones, una cifra que equivale a casi dos años de ingresos brutos del sector.
Este rezago en el pago de subsidios y opciones tarifarias genera problemas de flujo de caja, afecta la capacidad crediticia de las empresas y termina reflejándose en tarifas más altas.
Aunque Colombia ha avanzado en la incorporación de fuentes renovables como la solar y la eólica, la capacidad de generación no crece al mismo ritmo que la demanda. XM advierte que los balances entre energía firme y consumo muestran un déficit creciente que podría agravarse en escenarios de sequía o fenómenos como El Niño.
En este contexto, los expertos coinciden en que, además de ampliar la oferta energética, es urgente mejorar la eficiencia, corregir la focalización de subsidios y promover un consumo más consciente, especialmente en regiones donde el uso por hogar supera ampliamente el promedio nacional.
