Foto tomada de: La República
Colombia es el único país de la región que no ha firmado nuevos contratos de petróleo y gas desde 2023, lo que puede generar un impacto fiscal de $40 billones entre 2027 y 2035, y comprometer el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2024.
Retroceso regional en contratos de hidrocarburos
A diferencia de países como Brasil (183 contratos), Perú (13), Argentina (7), y Ecuador (3), Colombia no ha firmado ningún contrato nuevo de exploración entre 2023 y marzo de 2025. Esta situación la ubica como el único país de América Latina sin compromisos recientes en este sector estratégico.
La Asociación Colombiana de Petróleo (ACP) advirtió que sin cambios en la política energética actual, el país perdería competitividad frente al resto de la región, justo cuando se proyecta un déficit global de más de 100.000 millones de barriles hacia 2050.
Impacto fiscal y futuro incierto en producción
El cese en la firma de nuevos contratos afectaría no solo la autosuficiencia energética, sino también la estabilidad macroeconómica. Se estima que Colombia dejaría de percibir cerca de $40 billones entre 2027 y 2035 en regalías, impuestos y rentas provenientes del sector hidrocarburos.
Además, si no se reactiva la actividad exploratoria, para 2030 se agotaría la producción en contratos vigentes, dejando al país sin nuevas fuentes de petróleo y gas. Esto podría comprometer las metas fiscales del Marco Fiscal de Mediano Plazo 2024.
Inversión en exploración cae a su nivel más bajo
La ACP proyectó una inversión en exploración de US$740 millones para 2025, un 18% menos que en 2024. Esta sería la cifra más baja en los últimos cuatro años, y aunque las regiones del Caribe y los Llanos Orientales concentran la mayoría de recursos, no será suficiente si no se reactivan contratos en cuencas maduras.
Regiones clave para 2025
Las zonas con mayor concentración de inversiones son:
- Mar Caribe (offshore): US$225 millones
- Casanare: US$186 millones
- Meta: US$85 millones
- Córdoba: US$38 millones
- Sucre: US$36 millones
Estas inversiones, aunque significativas, podrían resultar insuficientes si no se retoman contratos que garanticen la sostenibilidad del sector en el largo plazo.
