Colombia cierra 2025 con alarmas encendidas debido a una demanda creciente que supera la oferta de energía en firme, dejando el margen de confiabilidad negativo. Natalia Gutiérrez, presidenta de Acolgen, advierte que la seguridad energética depende de destrabar urgentemente los proyectos clave y recuperar reglas claras para evitar un posible apagón.

Según XM, el margen de energía en firme para 2025 es negativo (-1,6 %). Retrasos en generación y transmisión, especialmente en La Guajira, sumados a la falta de nuevos desarrollos hidráulicos y térmicos, mantienen el sistema estresado. Gutiérrez enfatiza que la solución no está en aumentar tarifas, sino en garantizar el ingreso de proyectos reales con acompañamiento gubernamental.

La presidenta de Acolgen señala que la transición energética debe combinar energías limpias con recursos tradicionales como agua y gas, que han dado confiabilidad durante 30 años. La incorporación acelerada de solo paneles solares o eólica no reemplaza la seguridad que ofrecen las térmicas e hidráulicas durante periodos nocturnos o de alta demanda.

Los gremios energéticos solicitan que los proyectos sean considerados de interés nacional, con prioridad en licenciamiento ambiental, social y subastas, y que se mantenga un regulador técnico confiable. Sin señales claras de política pública, la inversión se frena y el riesgo de desabastecimiento aumenta.

Natalia Gutiérrez concluye que Colombia debe sumar todo tipo de generación—grandes, medianas y pequeñas—para asegurar la confiabilidad energética y evitar perjuicios económicos y sociales. La urgencia es máxima y requiere coordinación inmediata entre Gobierno, empresas e inversionistas.