Foto tomada de: Infobae
Bogotá enfrenta una alerta energética: si no se terminan tres proyectos clave de transmisión eléctrica, la ciudad podría sufrir un desabastecimiento de energía en 2026. Las obras de Chivor II, Sogamoso y La Virginia–Nueva Esperanza son esenciales para garantizar el suministro en la capital, según lo advirtió el alcalde Carlos Fernando Galán durante el Congreso Anual de Energía de Acolgen.
Actualmente, Bogotá consume cerca de 3.100 megavatios de los 3.500 disponibles, dejando un margen mínimo de reserva. Este límite podría ser insuficiente para cubrir la creciente demanda derivada de los nuevos desarrollos urbanos como Lagos de Torca y grandes proyectos de transporte como el Metro de Bogotá y los Regiotram.
La concejal María Victoria Vargas Silva advirtió en el Concejo de Bogotá que, sin la finalización de las obras eléctricas, la capital podría enfrentar consecuencias económicas y sociales graves. “No queremos un debate político, sino soluciones concretas para evitar un racionamiento que afecte a todos los ciudadanos”, dijo.
Según El Tiempo, los tres proyectos en riesgo son las líneas La Virginia–Nueva Esperanza, Chivor II y Sogamoso. Previstas entre 2015 y 2018, siguen pendientes por obstáculos técnicos, ambientales y judiciales.
Avances y dificultades en las obras
La línea Chivor II, ejecutada por la Empresa de Energía de Bogotá, tiene un avance del 90 % en liberación predial y 73 % en cimentaciones, pero sus licencias ambientales están suspendidas por la Anla mientras se tramitan sustracciones de reserva forestal ante el Ministerio de Ambiente.
En el caso de Sogamoso, el avance llega al 91 % en liberación predial, pero solo al 8 % en tendido de cableado. Este proyecto depende de decisiones ambientales de la CAS y la Anla.
Finalmente, el proyecto La Virginia–Nueva Esperanza, adjudicado a la empresa brasileña Alupar, enfrenta demandas judiciales y oposiciones comunitarias por posibles afectaciones a reservas naturales y nacimientos de agua.
Comunidades y medio ambiente en debate
Habitantes del sector de San Francisco, en el Tequendama, han expresado su preocupación. “La energía es vital, pero no se puede pasar por encima de los patrimonios naturales”, dijo Carlos Alberto Cuervo Torres.
Desde la ONG Ruralia Urbana, el investigador Iván Carrillo destacó la importancia de la concertación: “No nos negamos al progreso, pero los proyectos deben planificarse sin poner en riesgo los ecosistemas”.
Llamado urgente a soluciones
El Grupo Energía Bogotá y Enel Colombia han reiterado que los proyectos Chivor II y Sogamoso son esenciales para la estabilidad eléctrica de la capital. Sin embargo, su culminación depende de la aprobación ambiental y la resolución de los litigios judiciales.
El alcalde Carlos Fernando Galán insistió en que, si los proyectos no avanzan antes de 2026, la ciudad podría enfrentar restricciones. “La estabilidad eléctrica es una condición básica para la economía y la vida de los ciudadanos”, concluyó.
Fuente: Infobae
