Publicado por Semana | Abril 2025
El Gobierno colombiano anunció un nuevo decreto que busca ponerle límites al costo de la energía, con el objetivo de reducir las tarifas eléctricas. La medida contempla que las empresas generadoras, especialmente las hidráulicas, vendan al menos el 95% de su energía mediante contratos estables.
El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, explicó que la iniciativa podría reducir el precio del kilovatio-hora entre $20 y $120, especialmente en épocas de sequía cuando la energía suele encarecerse. Esta medida surge tras el bajo ingreso de nueva capacidad: solo se incorporaron 1.000 megavatios de los 6.000 proyectados en 2024.
Según Alejandro Castañeda, presidente de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (Andeg), el objetivo es loable, pero la realidad del sector es preocupante. La oferta de energía firme es muy baja, y los márgenes proyectados hasta 2027 apenas alcanzan entre el 0,5% y 1,5%.
Castañeda advierte que obligar a las hidráulicas a vender el 95% constantemente podría ser inviable, ya que su producción depende del nivel de agua embalsada, lo que varía diariamente. “Es como pedirle a un panadero que produzca 95 panes al día sin tener suficiente harina”, señala.
¿Qué impacto tendrá en las tarifas?
Según el Gobierno, las tarifas podrían disminuir entre un 2% y un 12%, dependiendo del comportamiento del mercado. Sin embargo, esta reducción solo se evidenciará cuando los precios de bolsa estén altos. Actualmente, con precios bajos (alrededor de 150 pesos), la exposición del 20% del mercado a bolsa no representa mayor problema.
Subastas y proyectos estancados
Uno de los grandes retos es la falta de entrada de nuevos proyectos. En 2023 solo se ejecutó una sexta parte de la capacidad esperada. Se necesitan avances urgentes en proyectos eólicos y solares, especialmente en regiones como La Guajira. La subasta de expansión anunciada por el ministro Palma se perfila como una solución clave, aunque aún falta claridad.
No obstante, existe preocupación por la resolución de precios de escasez de la CREG, que establece un precio tope de 313 pesos para tecnologías como hidráulicas, renovables y carbón. Esto genera desincentivos para invertir, ya que muchas de estas tecnologías operan a costos superiores.
¿Podría Colombia enfrentar un apagón?
Aunque Colombia tiene actualmente solo un 10% de capacidad instalada en renovables, el riesgo de un apagón como el ocurrido en España es bajo. Sin embargo, si no se reactiva la expansión del sistema, el país podría enfrentar déficits de energía firme de hasta el 7% hacia 2030.
“Este decreto es un buen punto de partida, pero se necesita destrabar proyectos y revisar señales del mercado para asegurar la confiabilidad energética”, concluye Castañeda.
Fuente: Semana.com
